En el noventa, en Lavalle Panamá, el primer día de la revolución me atravesaron tres balas en la pierna izquierda dure tres meses sin siquiera salir de mi casa, luego me rompí la pierna derecha, y cuando me recupere; Salí de casa y me bebí un agua de fundita, me dio el colora y me morí ahora estoy en el infierno.
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